23 may 2012

PERO, ¿EL AÑO QUE VIENE TENDRÉ QUE HACER LA DECLARACIÓN DE LA RENTA?


Hace prácticamente un mes, estaba sentada en la barra de un bar con mi hermana, de 12 años y charlábamos sobre cosas de una banalidad solo entendida por nuestro aburrimiento. Yo, hermana mayor, quise dar muestra de mi madurez con una sentencia que decía más o menos así: “Lo peor que tienes es tu edad y lo mejor, lo que te queda por vivir”. Yo me refería a que la adolescencia es ( o lo fue para mí) un periodo de lo más terrible, sin embargo experimentas una cantidad de situaciones nuevas excitantes, e incluso dolorosamente excitantes, que te hacen sentir más viva que nunca.Todo es demasiado trascendental entonces y vivir las sensaciones al límite sin morir de un infarto es interesante.
Hoy no estoy tan segura de poder mirar con desdén los problemas que traen consigo la adolescencia, porque a un mes de terminar mi carrera, con un mundo en llamas, y con una agenda repleta de anotaciones y de cosas que aún debo hacer....creo que también acabaré preguntándome ¿Quién soy? O ¿Adónde voy?
Volver a casa de los padres es una opción cuanto menos nada apetecible, no por ellos, ellos están en el sitio que deben estar, sino por ti que aún tienes que buscar cuál es tu situación. La presión que durante 4 años de carrera ha sido nula, de pronto se vuelve intensísima en los últimos meses, no digo que esta presión no sea necesaria, simplemente a veces es demasiado pesada en la espalda.
A partir de ahora, cuando termine de hacer trabajos “de investigación”, los exámenes, la graduación, alguna exposición oral y piense donde quiero irme de viaje.....cuando pueda sentarme con ella momentáneamente en la barra de un bar, la miraré compartiendo su “dilema”.


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